anciana con un cuerpo peludo cabalgando sobre la cama

La anciana servía como punto de fuga del calor intenso en la habitación. Su cuerpo peludo se deslizaba tentadoramente sobre la cama, mientras sus manos recorrían con suavidad sus estrías cálidas. La mirada de la anciana era de deseo, invitando a aquel a entregarse a sus ganas. Él acercó sus labios a los de ella acariciandolos con ternura. Algo dentro de ambos despertaba, el deseo de una noche enloquecida. La anciana comenzó a deslizar su cuerpo lentamente sobre la cama, sus movimientos eran lentos, pero mostraban la fuerza de sus ganas. Sus dedos comenzaron a recorrer la piel del hombre desatandoos lazos de placer y deseo. La anciana cabalgaba ahora salvaje, mostrando su cuerpo en todo su esplendor. Sus cuerpos se unían, sin nada que los separara, en un baile de pasión sin fin.