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Suave y enérgico, la madura peluda atrajo al marido con sus encantos. De pronto notó su atrevimiento y decidió darle una lección. Él la vio con sus grandes ojos castaño y se acercó. Su piel era tersa, su cabello rubio bronceado realzaba sus curvas voluptuosas alto. La atmósfera que crearon fue increíble. Sentían el deseo aumentando en el aire. Susurró suavemente al oído del marido, "esto es lo que mereces, cariño. Una rubia milf con el pelo peludo como yo. ¿Estás listo para descansar en mis curvas y sentir mi mierda?". Él se entregó. Susurrando su nombre suavemente, se unió a ella en el paraíso.