santa morena folla su gran polla

Santa Morena estaba en la cama, desnuda y muy atractiva. Su cabello cobrizo brillaba a la luz de la luna, y su piel era suave a la mirada. Ella miró a la gran polla que se alzaba frente a ella con el deseo incontenible de acariciarlo. Lentamente, Santa Morena acarició su erección con sus manos. Se sintió todo sedoso, suave. Luego ella se inclinó y comenzó a darle golpecitos con su boca. Mientras el placer iba en aumento, su lengua se deslizaba a lo largo de la larga y ancha polla. Sentía el sabor a sal y los movimientos deliciosos de su boca. Él empujó profundamente dentro de su boca, su grueso tronco llenando su boca con su placer. Con cada empuje sentía como su fuego ardiente se fundía con el suyo. Él descansó en su boca, y Santa Morena aprovechó para devorar cada milímetro de su polla. Disfrutó cada momento de la follada de su gran polla.