una gorda madura follándose en el salón

Una madura gorda estaba sentada en el salón, aburrida y sola. Suspiró y cerró los ojos, soñando con alguien que la follase a placer. De repente escuchó un ruido y al abrir los ojos descubrió que alguien misterioso había deslizado suavemente la puerta. Como el hombre se acercaba a ella, su deseo se hacia más intenso. Con sus manos robustas, levantó su pijama y en cuestión de segundos ya estaba en la cima de la gorda madura, forzando su cuerpo para penetrarla profundamente. Sus gritos y gemidos eran ensordecedores, preludio a la intensa follada que tendría lugar aquella noche en el salón. La fatiga se apoderó de sus cuerpos cansados pero el deseo no decaía. Él volvió a incitarla, acariciando sus curvas con sus manos poderosas, logrando que aquellos gritos de pasión volvieran a resonar por el salón. Juntos explotaron en un éxtasis brutal que les hizo temblar de placer. Su pasión había terminado pero una sensación de plenitud se apoderó de ellos. La gorda madura y el misterioso e intrépido amante habían tenido una intensa noche de sexo en el salón, la cual recordarían siempre.