una mujer está jugando con un chico en su cama

Una mujer acariciaba suavemente al chico, deslizando sus manos suaves por todo su cuerpo. Él se estremeció con cada movimiento y se encontró atrapado en la red de seda por la que ella lo estaba arrastrando. Cuando los labios de la mujer tocaron los del muchacho se vio perdido. La habitación se oscureció al mismo tiempo que sus mentes se unían. Estaban atrapados en la red de seda, configurando un movimiento de larga duración. Sus cuerpos se fundían juntos, el calor creciendo como un ciclo sin fin. El chico se entregó a la mujer, dejando que su boca tocara cada centímetro de su cuerpo. Los restos de la noche anterior se extendían por los delgados almohadones de la cama. Sus manos trazaban caminos sobre sus pieles, evolucionando desde risas hasta suspiros de placer. La mujer lo guió desde la cama al éxtasis, creando una espiral de placer que los extinguió tan pronto como empezó. Los dos quedaron extasiados por el momento compartido, incapaces de dejar que el momento pasara y sintiendo una conexión única mientras su paz se desvanecía lentamente.