una mujer madura siendo follada en un sofá

Un aroma familiar llenaba la habitación. Se mezclaban la sudor de los cuerpos con el aroma del deseo. Era el aroma de la pasión que cada noche volvía a despertar en su estancia. Ella era una mujer madura con experiencia que cada noche caía rendida a los encantos del hombre. Ya estaban acostados en el sofá de la sala y él la había dejado extasiada con su besos, caricias y palabras. Se abrazaron entregándose el uno al otro mientras él se abría paso por su piel. Ya estaba excitada y el deseo fue más intenso cuando él la metió dentro de su cálido abrazo. Se fundieron mientras el placer avanzaba haciendo que cada segundo fuera más intenso. La mente de ella mantuvo el ritmo de sus movimientos hasta que al mismo tiempo alcanzaron el clímax y la satisfacción quedó grabada en el aire.