una mujer mayor acostada desnuda encima de su coño

Una mujer mayor estaba acostada desnuda sobre su cama. Su anciana piel se notaba suave al tacto, y su coño bien depilado aún mostraba los suaves rizos de la juventud. Ella cerró los ojos con placer al sentir los dedos acariciando suavemente su clítoris; Lentamente, su mano bajó hasta sus muslos y fue acariciando con suavidad cada milímetro de su cuerpo, mientras imaginaba un amante que le llevara al cielo. Cuando las caricias se tornaron más intensas y sus gemidos cubrieron el lugar, por fin se desató entre susurros y suspiros de éxtasis. Finalmente, la mujer disfrutó de la libertad de su cuerpo y su coño los honró con su felicidad.