una señora mayor recibe una mamada en la cama

Una señora mayor estaba en la cama, sufriendo con los dolores de la edad. No había dormido bien en varias noches. Su marido estaba trabajando tarde para cuidar de ella, así que ella decidió descansar un poco más. Se sentía más relajada cuando sintió un movimiento suave en su boca. Escuchó un susurro sensual que decía: ''Te voy a dar una mamada. Será más placentero para tu cansado cuerpo''. Ella se sintió transportada a un estado de éxtasis mientras disfrutaba del placer que le brindaba el joven. Era una sensación como ninguna otra. Cada movimiento, cada lenta mamada traía nuevas alegrías a su cuerpo que la hacían vibra. Ella suspiró de placer cuando su maravilloso amante terminó y entró en un estado de completo descanso y satisfacción. Había disfrutado de la mejor estimulación sin recurrir a ninguna medicina. Finalmente, con la llegada de la noche, la señora mayor logró encontrar el sueño tan ansiado.