una señora muy madura follándose al hombre en su cara

La señora era una mujer muy madura y sabía exactamente lo que quería. El hombre estaba ahí de pie, esperando a ver si el destino los juntaría. Ella estaba en un lugar un lugar que solo compartían ellos dos. Suavemente ella le acarició el rostro mientras se acercaba para besarlo. La señora sabía exactamente lo que quería, no aceptarrendería. El hombre sentía que sus sentidos lo transportan a la realidad, la señora cerró los ojos para que disfrutaran de su sensualidad. Con suavidad tomó su polla y empezó a estimularlo y él le respondió con gemidos y pedidos de la misma manera. Poco a poco ella le fue poniendo los contornos de sus características al rostro del hombre, dejándole marcas y una sonrisa satisfecha. Ella sabía que él alcanzaría el orgasmo y lo hizo por su placer maduro. El hombre se sentía tan cálido y satisfecho consigo mismo como nunca antes. No quería decir adiós, pero la señora se había marchado para siempre.